Un 26 de enero del 2001, el cantón Cañar fue declarado Capital Arqueológica y
Cultural del Ecuador, en reconocimiento a los sitios de la laguna de Culebrillas, Zhungomarca,
Coyoctor, Suicay, Ingapirca, Nuñoloma, Yanacauri, Pinzhul y Narrío, evidencias
de asentamientos de grandes culturas en el territorio; y en afirmación al gran
valor cultural de sus tradiciones, festividades, vestimenta, gastronomía,
instrumentos musicales, formas de vida, etc., que las distinguen a Cañar de otros
pueblos.
La declaratoria, sin lugar a
dudas, instrumentaliza las opciones de captar recursos y de generar
“responsabilidades” al Estado, Gobierno Local, autoridades, ciudadanía y
turistas; por lo tanto, no constituye un fin, sino un medio de legitimación y
reconocimiento. De ahí que resulta necesario mirar atrás y reconocer los logros
de estos años de nominación, como el de singularizar a Cañar para así
universalizarlo en contextos internacionales. Se ha trabajado intensamente en
generar conciencia colectiva y por esa vía se ha logrado cohesión social y
reconocimiento. La celebración de cada año, enmarca el desarrollo de actividades
de orden académico, social y participativo que impulsa a recordar este hito que
ha posicionado un fuerte sentido de pertenencia en la colectividad, sobre todo el desfile de conmemoración, una fiesta de todos los cañarenses en el que a través de la danza y la música se hermanan las diferentes identidades. Es la fiesta de ciudadanos y comunidades rurales, es la recreación de la riqueza de la vestimenta, música y danza cañari aunque también la fiesta ha mutado con algunas hibridizaciones que representan la danza de otras culturas como las peruana y boliviana y otras etnias como las de la sierra sur e interandina.
La normativa nacional ha cambiado
desde entonces. Recordemos que durante nueve años las competencias para
intervenir en patrimonio estaban en manos del Estado por intermedio del INPC;
pero mayor incidencia han tenido las iniciativas locales para apalancar el
reconocimiento a través de ciertas intervenciones y la celebración misma. A
partir de octubre del 2010, el COOTAD manda a los GADs a “preservar, mantener y difundir
el Patrimonio arquitectónico, cultural y natural del cantón y construir los
espacios públicos para estos fines”,
desde entonces al Estado le corresponde un papel menos relevante a pesar de
su rectoría, por lo que la responsabilidad del GADMIC ha crecido en proporción.
Por ello resultaría oportuno y necesario realizar una revisión a la Ordenanza
que otorga fondos para este fin; pues destinar un porcentaje del 1% del
presupuesto municipal, resulta poco para intervenir en un serio plan de gestión
que logre un trabajo sistémico, interdisciplinario y constante en el tiempo.
Los vestigios arqueológicos de mayor relevancia constituyen la laguna de Culebrillas,aquella que se cree nace de la serpiente que da origen a la Etnia Cañari. El paisaje de la laguna cuenta con varios contenidos como el arqueológico, ecológico, antropológico y paisajístico, ubicado en las estribaciones del nudo del Azuay, en la parroquia Juncal. Destaca el cerro Yanaurcu, una montaña con columnas estatuarias, esculpida por los cañaris; Labrashcarrumi un taller de labranza de piedras pulidas, vinculadas a la arquitectura inca; el Tambo o descanso de paredones, que atestigua el paso de los conquistadores, atravesados por el camino andino Qhapac Ñan. También cuenta la laguna con cimientos del adoratorio cañari a la orilla derecha de la laguna con dos graderíos de la que se ha extraído material lítico cerámico y una aríbalo como evidencias. Culebrillas, se encuentra a una altura de 3883 m.s.n.m., a 40 kilómetros desde el Cantón Cañar aproximadamente, ingresando por Altarurco en la Vía Duran el Tambo.
El Cerro Narrío ubicado en el centro de Cañar en el sector de Quilloac, de rasgos físicos envidiables, se puede divisar por su posición sobresaliente y su forma singular de tortuga, la colina ceremonial de Narrío, cementerio funerario de los cañaris en este lugar se cree que se asentaron pobladores que vinieron hace más de 5.000 años antes de cristo por lo que es rico en evidencias culturales de barro, concha, piedra, hueso, tejidos, madera, etc. pues se cree que fue utilizado para ritualidades de entierros de las culturas primigenias. Esta es la razón por la que los huaqueros han desentrañado a través de los tiempos muchas evidencias, de entre las que se pueden apreciar en el museo de Guantug.
Los vestigios arqueológicos de mayor relevancia constituyen la laguna de Culebrillas,aquella que se cree nace de la serpiente que da origen a la Etnia Cañari. El paisaje de la laguna cuenta con varios contenidos como el arqueológico, ecológico, antropológico y paisajístico, ubicado en las estribaciones del nudo del Azuay, en la parroquia Juncal. Destaca el cerro Yanaurcu, una montaña con columnas estatuarias, esculpida por los cañaris; Labrashcarrumi un taller de labranza de piedras pulidas, vinculadas a la arquitectura inca; el Tambo o descanso de paredones, que atestigua el paso de los conquistadores, atravesados por el camino andino Qhapac Ñan. También cuenta la laguna con cimientos del adoratorio cañari a la orilla derecha de la laguna con dos graderíos de la que se ha extraído material lítico cerámico y una aríbalo como evidencias. Culebrillas, se encuentra a una altura de 3883 m.s.n.m., a 40 kilómetros desde el Cantón Cañar aproximadamente, ingresando por Altarurco en la Vía Duran el Tambo.
El Cerro Narrío ubicado en el centro de Cañar en el sector de Quilloac, de rasgos físicos envidiables, se puede divisar por su posición sobresaliente y su forma singular de tortuga, la colina ceremonial de Narrío, cementerio funerario de los cañaris en este lugar se cree que se asentaron pobladores que vinieron hace más de 5.000 años antes de cristo por lo que es rico en evidencias culturales de barro, concha, piedra, hueso, tejidos, madera, etc. pues se cree que fue utilizado para ritualidades de entierros de las culturas primigenias. Esta es la razón por la que los huaqueros han desentrañado a través de los tiempos muchas evidencias, de entre las que se pueden apreciar en el museo de Guantug.
Recordemos que el Complejo Arqueológico de Ingapirca forma parte del Camino del Inca o Qhapaq Ñan, la principal red de sistema vial y edificaciones que vinculan a las principales civilizaciones con el Incario en Perú, por tanto, se halla administrada directamente por el Estado a través del Ministerio de Cultura y Patrimonio y a su vez custodia por el INPC a través del Instituto Ingapirca.
Los planes de conservación y de
gestión, requieren de trabajo social, de proyectos económicos, tecnológicos, ambientales,
culturales y de conocimiento, sin descuidar a ninguno de ellos. Los recursos
económicos son los que van a permitir cumplir con estrategias en todos los
sentidos. En el ámbito investigativo se requiere realizar inversiones
concretas, que lleguen a cubrir todos los parámetros de la declaratoria. Entonces
“a grandes desafíos, grandes respuestas”, por ello se torna necesario buscar el
apoyo de la cooperación internacional para consecución de fondos y
profesionales para investigación o restauración; del Ministerio de Turismo para
dotar de señalética a todos los sitios; del Ministerio de Cultura para para generar espacios promocionales, proyectos
de innovación con actoría de iniciativas privadas como danza,
interculturalidad, música; del INPC para inversiones, investigaciones y
registros del patrimonio inmaterial de Cañar, del Ministerio del Ambiente para
generar propuestas de rutas (senderos) arqueo-etno-naturales y apoyar las
iniciativas privadas locales, como las artesanales, gastronómicas, etc.
Esta pequeña lista demuestra la
inmensa gama de requerimientos y por ello se espera el apoyo decidido del
Estado y de la sociedad para avanzar con una propuesta administrativa con
enfoque de desarrollo y con líneas estratégicas indispensables para la
sostenibilidad de la declaratoria, más allá de la fiesta.
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