Más de 30 millones de ejemplares
vendidos en el mundo y traducida a treinta y cinco idiomas, convierten a “Cien
Años de Soledad”, del colombiano Gabriel García Márquez, en la novela más
vendida y leída del planeta.
Pero…, ¿qué tenía este escritor
para que sus obras sean tan reconocidas?. Pues el poder de su palabra que graficaba de
manera descriptiva y al detalle, los bellos paisajes colombianos; el “realismo mágico”
que utilizaba para dotar de preciosas fantasías a sus obras; la creación de
personajes llenos de creencias populares y cautivadoras tramas que entre-páginas,
aún nos maravillan por la cantidad de historias vivenciales.
El “Gabo”, como lo llamaban, ¡quién
creyera!, recibió el rechazo de una editorial española. Acá mismo, en Latinoamérica,
en Argentina, fue donde ciertamente apostaron con certidumbre por su obra. La
soledad y el olvido, fueron los destinos fatales de la familia “Buendía” y de
su principal personaje, el alquimista José Arcadio Buendía, en el poblado de
Macondo, donde sucede y se escenifica la trama de la obra. El escritor, en
forma fantástica se anticipó a señalar los destinos fatales de la sociedad adulta
contemporánea; fatalidades como la soledad y el alzhéimer, narradas en su obra,
hoy son consideradas las enfermedades del tiempo y del olvido.
La riqueza del escrito, también radica
en su gran creatividad, narrada con estilo propio, provista de una vasta cultura
general, la que toma como recurso inventivo en su complejo argumento que gira
en torno a la “conciencia” de un hombre que no le deja tranquilo, por la sombra
de un asesinato, situación que le obliga al éxodo. Entonces la “conciencia humana”, adquiere fuerza consustancial
en la novela.
Debido a que García Márquez vivió
con sus abuelos hasta los ocho años, recibió gran influencia de historias y vivencias
escuchadas, que posteriormente son relatadas como parte de la obra en los
veinte capítulos, como la guerra civil entre liberales y conservadores y la
masacre a los trabajadores de United Fruit (hecho ocurrido en 1928, en Colombia).
Los cuentos populares, mitos, creencias, hazañas y memorias, se hallan
encriptados artísticamente en su obra, inspirada en su pueblo natal Aracataca, poblado
que el personaje principal lo funda, reside con su familia (cinco generaciones)
y tiene poquísimos contactos con el exterior a través de las visitas de los
gitanos y familiares; luego se decide traer el tren a Macondo y aquella “ciudad”
vive el florecimiento comercial. Posteriormente, narra su decadencia y olvido,
a las que estuvo destinada, desde el comienzo, por profecía. García Márquez nos
muestra su vasta sensibilidad por la vida social de los pueblos, sujeta a
altibajos, por la economía y por la política.
La majestuosidad estilística, de
este claro exponente de la generación del “boom latinoamericano”, gracias a
quien se señaló un estilo literario propio para Latinoamérica, constituye valor
primario…; y los primeros “cincuenta años, de “Cien Años de Soledad”,
que se celebrará en un mes, apenas serán hitos que reafirman la grandiosidad de
la obra, inspiración fundamental para creadores latinoamericanos, para que se
comprometan a continuar por las sendas de la originalidad y la apuesta por
contar nuestras propias historias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario