viernes, 17 de noviembre de 2017

Indicadores de gestiòn de Patrimonio en Ecuador

Para estandarizar una metodología sistémica de evaluación de la calidad del Patrimonio Cultural, en Italia, en 1998, de un foro internacional, emergió el HERITY, que valora en una escala del 0-5, con cinco círculos internos divididos en cuatro partes iguales (en forma de “blanco” o “dianas”) varios parámetros como el valor del bien patrimonial o museo, el potencial de preservación, la información que trasmite, los servicios proporcionados, etc.  Esta evaluación es el lenguaje con el que, de forma simple, se catalogan a los Bienes Patrimoniales y por lo general esa simbología se la ubica en el área de acceso visible.

Es de rescatar de este sistema -por su carácter integral- la valoración del público (tomada en cuenta) y por otro, la visión holística interdisciplinaria que equilibra los elementos transversales que giran en torno al Patrimonio.
En el Ecuador, muy pocos sitios se encuentran acondicionados con estos modelos  informativos y de certificación, seguramente porque, como es herramienta para justipreciar el sitio, podría develar bajas valoraciones que obtendríamos, sobre todo en lo que tiene que ver con los servicios paralelos complementarios que  se deben ofrecer,  tales como lugares de descanso, comercialización de suvenires, baterías higiénicas, patios de comidas, información…, y más; en cambio hay otros rangos deficientes que afloran desde la mirada de los técnicos, como el mantenimiento físico, los sistemas de iluminación y de seguridad, climatización, mobiliario, restauración preventiva, laboratorios, publicaciones, investigaciones…, en fin.
Muy a pesar que el “Herity” europeo ya se ha adaptado con gran acogida en otros continentes, por su lógica valorativa avalada por la UNESCO (aunque podría afinarse para evaluar de mejor manera la perspectiva inmaterial de los sitios), su aplicación podría otorgar la posibilidad de contar con un claro diagnóstico de las necesidades a cubrirse, aplicar planes de intervención y someterse a constantes evaluaciones.
Cuando visitamos sitios Patrimoniales Internacionales, claramente advertimos la abismal diferencia que existe en relación a los nuestros. Aclaro que este contraste no tiene nada que ver con el Bien Patrimonial mismo, sino con los parámetros del HERITY. Estas carencias desalientan el crecimiento turístico ecuatoriano, por lo que esperamos que estos detalles se afinen en la búsqueda de lograr Productos Turísticos terminados que puedan ser ofertados para visitantes internacionales y lograr así niveles de satisfacción altos. Es de esperar también el encausamiento de iniciativas público-privadas que articulen logros en pro de mejorar en este aspecto.
La construcción de instrumentos normativos y protocolos, son tareas recientemente iniciadas que requerirán ser completadas y socializadas a mayor escala.
Conocemos el interés del Gobierno por apostar al crecimiento Turístico del País. Por eso, es tarea inaplazable definir políticas de inversión para fortalecer los productos y el Turismo Cultural Patrimonial. Es imperativo establecer parámetros de medición de excelencia y aclarar la “hoja de ruta” sobre las instancias a las que les correspondería evaluar y catalogar los servicios de manera periódica… ¡así no sea por el Sistema Herity!. De esta manera podríamos al fin hablar del “Turismo Cultural” a boca llena.
La construcción de indicadores en el proceso de gestión de la calidad del Patrimonio y su aplicación, es tarea pendiente en Ecuador.

50 AÑOS DE 100 AÑOS DE SOLEDAD

Más de 30 millones de ejemplares vendidos en el mundo y traducida a treinta y cinco idiomas, convierten a “Cien Años de Soledad”, del colombiano Gabriel García Márquez, en la novela más vendida y leída del planeta.   

Pero…, ¿qué tenía este escritor para que sus obras sean tan reconocidas?.  Pues el poder de su palabra que graficaba de manera descriptiva y al detalle, los bellos paisajes colombianos; el “realismo mágico” que utilizaba para dotar de preciosas fantasías a sus obras; la creación de personajes llenos de creencias populares y cautivadoras tramas que entre-páginas, aún nos maravillan por la cantidad de historias vivenciales.


El “Gabo”, como lo llamaban, ¡quién creyera!, recibió el rechazo de una editorial española. Acá mismo, en Latinoamérica, en Argentina, fue donde ciertamente apostaron con certidumbre por su obra. La soledad y el olvido, fueron los destinos fatales de la familia “Buendía” y de su principal personaje, el alquimista José Arcadio Buendía, en el poblado de Macondo, donde sucede y se escenifica la trama de la obra. El escritor, en forma fantástica se anticipó a señalar los destinos fatales de la sociedad adulta contemporánea; fatalidades como la soledad y el alzhéimer, narradas en su obra, hoy son consideradas las enfermedades del tiempo y del olvido.

La riqueza del escrito, también radica en su gran creatividad, narrada con estilo propio, provista de una vasta cultura general, la que toma como recurso inventivo en su complejo argumento que gira en torno a la “conciencia” de un hombre que no le deja tranquilo, por la sombra de un asesinato, situación que le obliga al éxodo. Entonces  la “conciencia humana”, adquiere fuerza consustancial en la novela.
 
Debido a que García Márquez vivió con sus abuelos hasta los ocho años, recibió gran influencia de historias y vivencias escuchadas, que posteriormente son relatadas como parte de la obra en los veinte capítulos, como la guerra civil entre liberales y conservadores y la masacre a los trabajadores de United Fruit (hecho ocurrido en 1928, en Colombia). Los cuentos populares, mitos, creencias, hazañas y memorias, se hallan encriptados artísticamente en su obra, inspirada en su pueblo natal Aracataca, poblado que el personaje principal lo funda, reside con su familia (cinco generaciones) y tiene poquísimos contactos con el exterior a través de las visitas de los gitanos y familiares; luego se decide traer el tren a Macondo y aquella “ciudad” vive el florecimiento comercial. Posteriormente, narra su decadencia y olvido, a las que estuvo destinada, desde el comienzo, por profecía. García Márquez nos muestra su vasta sensibilidad por la vida social de los pueblos, sujeta a altibajos, por la economía y por la política.

La majestuosidad estilística, de este claro exponente de la generación del “boom latinoamericano”, gracias a quien se señaló un estilo literario propio para Latinoamérica, constituye valor primario…; y los primeros “cincuenta años, de “Cien Años de Soledad”, que se celebrará en un mes, apenas serán hitos que reafirman la grandiosidad de la obra, inspiración fundamental para creadores latinoamericanos, para que se comprometan a continuar por las sendas de la originalidad y la apuesta por contar nuestras propias historias.

POESIA

LUNA Hoy quisiera escudriñar la luna hermosa y distante en su color azul patino mirarme, en su silencio depositar ...